La familia crece y crece
En el mes de mayo los días se alargan considerablemente y las temperaturas se van calentando.
Es el momento de sembrar y plantar los cultivos “estrella” de verano. Solanáceas (tomate, pimiento, berenjena) Cucurbitaceas (calabaza, calabacín, pepino, sandia) Cereal (maíz dulce, de palomitas,…) Leguminosa (judia verde) se pueden intercarlar en los cultivos plantas protectoras como tajetes, cresta de gallo, albahaca. Las capuchinas, facelias,… mejor en las cabeceras o zonas perimetrales del huerto. Hemos tenido que regar los ajos, vale que son de secano pero necesitan un poco de humedad en el suelo. Los nuestros están pequeños, los cuesta mucho desarrollarse con la tierra tan seca, lo mismo para las papas y la legumbre. Agüita, agüita, que la tierra está sequita! El precioso caballo de los vecinos, haciendo de la suyas! Una tarde estupenda que Marco aprovechó para capturar saltamontes para alimentar a su querida tarántula. Pero hoy queremos celebrar la vida y compartir con el aire y la tierra un momento precioso, la mejor de nuestras siembras y sin duda la mejor de las cosechas. Dos alegrías nuevas, el doble de sueños, el doble de esperanzas y expectativas, el doble de esfuerzo, el doble de satisfacción. Doblemente felicidades super family.
Las ventajas de preparar semilleros
La creación y cuidado de un semillero, nos permite germinar las semillas en condiciones vigiladas, son los primeros estados en los que las plantas necesitan más cuidados. Además nos permite elegir las plantas más vigorosas y sanas.
En el caso de tener las plantas en invernadero podemos adelantar la producción, ya que las tenemos en un ambiente protegido, así cuando se den las condiciones climáticas adecuadas las tendremos con un mayor desarrollo. El período en que están las plantas en el semillero nos deja tener otros cultivos en el terreno o ir preparando la tierra.
Al tener la planta un cierto desarrollo podrá ofrecer mayor resistencia a insectos u hongos. Es conveniente dejar alguna plantita en el semillero porque si se nos pierde alguna tendremos plantel para reemplazarla.
Además podemos ir trasplantando a distintos tiempos, por ej., con lechugas evitando que maduren todas a la vez. El mayor inconveniente es que requiere tiempo y espacio adecuado.
Entendemos por siembra cuando lo que incorporamos al suelo de la huerta ecológica es la semilla como tal, sin germinar. La siembra suele ser recomendable en cultivos como las cucurbitáceas, en que la semilla nace bien en el suelo, no requiere cuidados especiales y se puede sembrar cuando ya hay una temperatura aceptable en el exterior. Por estos parajes es recomendable proteger la semilla y la joven plantita, hasta bien pasado San Isidro Labrador (mediados de mayo).
Y plantación cuando ponemos directamente al suelo de cultivo la planta. Esto supone que la planta ha nacido en otro lugar, normalmente protegido de la intemperie, en lo que llamamos semilleros. Los semilleros son lugares donde hacemos germinar las semillas para incorporarlas después a la tierra de cultivo. Pueden estar más o menos tecnificados, pero también pueden ser de construcción propia, como el nuestro.
Asociación precolombina
Además de las rotaciones (cultivos sucesivos) una forma de mejorar la tierra y aprovechar la simbiosis entre las distintas especies que cultivamos es mediante las asociaciones de plantas (cultivos simultaneos). Se trata de plantar en un mismo espacio plantitas que se complementan, bien porque aprovechen mejor el sustrato, porque sirvan de tutores para otras plantas, por proteger del sol directo, por favorecer la polinización de otras plantas o por prevenir las plagas. Las más conocidas son la asociación entre el repollo y la lechuga (entre col y col lechuga), tomate y albahaca, patata y lavanda, etc.
La asociación precolombina, llamada así por ser frecuente su uso dentro de las culturas centroamericanas, combina el maíz, la calabaza y las alubias o judías. Primero se siembra el maíz y cuando este ha crecido, se siembran las alubias. Las alubias proporcionaran nitrógeno a la planta de maíz, y este servirá de tutor para que trepen las alubias. La calabaza cubrirá el suelo al extenderse y servirá de acolchado, protegiendo del sol y las malas hierbas sin competir por la luz con el maíz y la judía que estarán más elevadas.
Calabacines, calabazas, melones, sandías, pepinos (curcubitáceas) en general
Las sandías no se nos han dado muy bien, a ver este año…. Estas son de la variedad sandía blanca, originaria de Portugal que conseguimos del centro Zahoz. Las curcubitáceas suelen salir mejor por semilla que trasplantadas ( los primeros días en este caso son vitales, para que agarren y sobre todo para que no se las coman caracoles y babosas), pero lo tardío de la temporada no nos ha dejado otra opción. Por alguna razón ninguna de las semillas de pepino salieron
Este pequeñito, es un melón cerrúo, también procedente de Zahoz, sembrado directamente por semilla. El melon requiere poca agua (el riego excesivo los vuelve insípidos, acuosos y poco dulces). El terreno que hemos elegido se encuentra parcialmente sombreado, por lo que no estamos muy seguros del éxito.
Este otro melón fue de los sembrados en el invernadero a principios de abril, pero ha sufrido las heladas al haber sido trasplantado demasiado pronto.
Las calabazas las hemos puesto al borde de la huerta, junto a las patatas, en previsión de que se extiendan.
Los calabacines son de los cultivos más fáciles y productivos, aunque este año no hemos puesto muchas plantas. La siembra ha ido tarde, y las babosas han hecho estragos. Afortunadamente tenemos plantel suficiente para ir reponiendo.
Hasta el cuarenta de mayo…
Los tomates recién plantados han quedado en este lamentable estado. La manta térmica que habíamos puesto como estructura para protegerlos al final no resultó muy operativa, se volaba con el viento dejaba al descubierto las tomateras, los pimientos y las berenjenas. La temperatura mínima estos días en Tudela ha sido de 1,9º C y 2,2 º C. Suficiente para que todas estas solanáceas sufran un daño irreparable.
Las tomateras que estaban protegidas por garrafas de agua han conseguido sobreponerse del frío. Estas últimas heladas de mayo, son especialmente peligrosas para las plantas en desarrollo, especialmente si vienen acompañadas de viento y de lluvia como ha sido el caso.
Los calabacines han resistido mejor, pero algunos como este tampoco ha sobrevivido a la helada
Plantación de melones
Es bastante pronto para trasplantar los melones a la tierra, recuerdo que mi abuelo los plantaba a finales de mayo, pero en el semillero las plantas que estaban en alveolos demasiado pequeño empezaban a sufrir estrés hídrico, así que antes de que mueran nos hemos decidido a trasplantarlos ya cubiertos por botellas de plástico. No tenemos muchas esperanzas puestas en ellos, pero no perdemos nada (además de dejar espacio libre en el invernadero), y si dentro de un mes no han sobrevivido, replantaremos con más semillas.
El melón no requiere de demasiado aporte hídrico pero sí de una abonado abundante y terrenos sueltos (como el resto de las curcubitáceas)
Flores de abril en la huerta
Ya tenemos las primeras flores de la huerta, las berzas gallegas que se espigan a medida que se alargan los días, las flores de fresas y las de habas (preciosas si te fijas bien).Estas últimas con algunas flores ya fecundadas con la vaina en formación.
Plantel de lechugas 2013
Las lechugas del plantel del invernadero se nos han dado muy bien, 20 lechuguitas fresquitas para el mes de julio y agosto, si las babosas nos las respetan en las próximas semanas. Han quedado bien abonadas y con suficiente humedad en la tierra.
Aprovechando el hueco dejado por las lechugas en el invernadero, hemos hecho semillero de melón, aunque melones y calabazas suelen agarrar mejor si se siembra directamente en la tierra la semilla, el año pasado tardaron en nacer, así que este año probaremos de las dos formas para ver los resultados. El melón es de la variedad piel de sapo, de secano.
Los ajetes tienen una pinta estupenda este año. He ido entresacando los más gordo para que el resto sigan su desarrollo y esperen a las que están por Mauritania. Los ajetes están muy buenos, especialmente en tortilla. Se tarda menos en hacer que en limpiarlos, y aunque dicen que los finos están más tiernos, estos gorditos saben de maravilla.
La mayor parte de los frutales plantados este año de Zahoz han agarrado muy bien con las lluvias. Lástima que los de hace dos años apenas hayan sobrevivido a la sequía del verano y al ataque de la Carpocapsa (Cydia pomonella o Carpocapsa pomonella) o gusano del manzano. Para paliar los efectos y prevenir su aparición ahora que disminuyen las heladas es el momento de aplicar aceite de neem.
Acolchado con hierba seca
Esta mañana la huerta amanecía con una helada de -3º C después de una semana de temperaturas más suaves de lo normal.
Quedan muy pocos cultivos activos, las berzas, repollos, puerros, hinojo, alguna acelga, el orégano (arriba), las caléndulas, el romero, la salvia… Las fresas, las cebollas de invierno, la hierbabuena, el apio y algunas aromáticas como el pelitre (en la foto de abajo) los tenemos cubiertos con la manta térmica, El resto de los bancales descansan cubiertos por una capita de compost y el acolchado de paja.
Al acolchar cubrimos completamente con paja u otros materiales orgánicos la superficie de cultivo.
Las ventajas del acolchado son muchas, en verano ahorramos riegos al evitar la evotranspiración de la tierra y mantenemos los goteros cubiertos para que nos se deterioren por el efecto de la radiación solar. En invierno evitamos que la tierra quede desnuda, de esta manera las heladas la afectarán menos y las lombrices y otros microorganismos beneficiosos mantendrán el calor necesario para seguir trabajando en la tierra y mejorando su composición. Si el bancal está con plantas, protegerá a las raíces de las heladas, haciendo el efecto de una manta térmica.
En una zona como la nuestra, donde los inviernos son escasos en precipitaciones pero con intensas nieblas, la paja ayuda a retener la humedad en forma de rocío y escarcha.
En estos tres años hemos acolchado con paja de cebada, trigo y alfalfa ecológica, en pacas que hemos traído de Villafrechós, a 80 km de la huerta, gastando unos cuantos litros de gasoil ir y volver con la furgo de Ali, algo que no es muy ecológico ni económico (a pesar de que nos la paja nos la regalan) pero es la única que hemos podido encontrar.
La última que hemos traido es paja de alfalfa, de varios años y ya algo compostada. Se maneja peor que la de cebada o trigo, y el acolchado es menos mullido.
La paja nos viene a durar más o menos un año, por eso vamos a reservar esta para los bancales (esperemos que los vecinos no nos la tomen «prestada» como otros años).
Así que he decido segar la hierba seca que hay en la zona libre de la huerta y aprovecharla para acolchar los terrenos para los garbanzos, las patatas, melones, calabazas y alubias. Y lo cierto es que he tenido que segar bastante, porque para acolchar adecuadamente un espacio se necesita segar un espacio al menos cinco veces más grande que el que se quiere acolchar. Imagino que la hierba seca al ir acompañada de semillas, cuando siembre los melones, las calabazas y las alubias algunas de estas semillas germinarán debajo del acolchado. Personalmente, y a pesar del trabajo que lleva luego escardar, no es algo que me moleste mucho. Las mal llamadas malas hierbas,solo me preocupan cuando interfieren en el desarrollo de las plantas que cultivamos, el resto del año, si aparecen es un síntoma de que la tierra es fértil y además servirán de abono verde en la primavera.
Con la tierra acolchada, esta queda mullida y húmeda, con lo cual el esfuerzo al retirar las hierbas es mucho menor (además de que salen muchas menos)
Entre las hierbas secas que segué había bastante hinojo silvestre (así de alto), y descubrí ocultas algunas setas de cardo, ajenjo silvestre y bastantes esparragueras
La zona de los melones (140 m cuadrados) quedó así de acolchada:
Y así la zona de alubias y calabazas (40 m y 25 m)
La zona de los garbanzos (80 m) también está acolchada, una parte ocupada por los garbanzos que sembré en sementera en otoño (de prueba) y que ya están saliendo y otra que sembraré a finales de marzo. Las dos están ya acolchadas.
Labores de otoño
Este ha sido el causante de muchos destrozos en la huerta (el riego por goteo de este año) y de unos cuantos repollos mordidos. Por lo demás un amor de pony
El hinojo que metimos en los bancales horizontales y junto a las aromáticas, ha aguantado desigualmente. Los que tienen la tierra más acolchada aguantaron mejor, mientras otros, más desnuditos de paja, se han helado. Sembrado en semillero en Agosto, los trasplanté a finales de septiembre octubre. Deberían estar con un bulbo comestible en primavera, dejando algunos, los de las aromáticas para semillas y para que ayuden a la polinización.
Algunos de los cipreses que puso Epi para cubrir de seto la valla delantera.
Preparando el terreno para el melonar. Los melones necesitan poco agua y mucho sol, y un suelo abonado y suelto. El año pasado los pusimos con las calabazas, en un terreno muy duro y el crecimiento fue desigual, las calabazas se secaron y los melones pequeños y un poco tardíos. Este año el terreno (al final de las patatas) lo he preparado cerca de la valla trasera, con lo cual probablemente tengan menos sol, pero está más abonado y la tierra está bastante enriquecida con los garbanzos del año pasado. Vamos a ver que tal.
Ultimos frutos del verano
Septiembre es el mes de los frutos por estas latitudes. La cosecha de solanáceas (tomates, pimientos, berenjenas) está en su apogeo a finales de agosto primeros de septiembre. Así que un día como hoy uno de septiembre, después de un verano más seco aún de lo normal, igual que el invierno y el verano, además de día de cosecha será día de riego. A ver si se retrasan las heladas y los tomates y pimientos siguen madurando. Este año la cosecha de tomates ha sido buena, pero aún quedan muchos tomates verdes en las matas. El riego después de los destrozos provocados en el goteo, lo tenemos que hacer a manguerazo, lo cual es una pena porque nos quita tiempo para hacer otras tareas importantes en una época del año en que vamos cargadas de trabajo, pero es lo que hay. También estamos a la espera de tener un sistema definitivo de alimentación para las bombas, una vez que se ha cableado y a falta de enganchar finalmente la luz. El invernadero funcionó regular, si tuvimos buenas zanahorias, pero no las deseadas, y los tomates de dentro, un poco chasco (dieron pocos y no maduraron). En cambio las lechugas si se dieron bien.
Nuestro primer semillero en el invernadero
Fue terminar de montar en invernadero y ya meter las primeras bandejitas de calabacines, acelgas y lechugas.
El control del riego, la humedad y la temperatura ha sido uno de nuestros mayores handicaps. Lamentablemente no estamos tan cerca de la huerta como para atenderla diariamente, por lo cual durante este mes de febrero y de marzo, con temperaturas inusalmente altas durante el día y frías durante la noche ha hecho que las plantitas, especialmente los calabacines que 10 días ya estaban brotando se resintieran de los bruscos cambios de temperatura y la falta de ventilación.
No obstante si que tiraron las lechuguitas plantadas directamente sobre la tierra del invernadero, las zanahorias (aunque el suelo arcilloso y duro no fue muy buen aliado para ellas), acelgas, apio, tomates y pimientos.
Asociación precolombina. Trabajando en equipo
Este fue el primer año que intentamos hacer esta asociación de plantas en esta huerta. Las asociaciones de cultivos son simbiosis de plantas que mejoran el suelo, plantas que no compiten por los mismos nutrientes y que se protegen entre ellas de las plagas con mayor facilidad.
Asociación Precolombina (para bancal de 1,10 m de ancho)
Maíz dulce
Judia-Frejón verde de mata alta
Calabaza Vasca
Siembra primero el maíz y cuando mida alrededor de un palmo, planta las judías a ambos lados del maiz. Intercala calabazas en el mismo bancal a un metro de distancia entre calabazas.
Las judías utilizarán el maíz como tutor y a cambio segregarán nitrógeno para el maíz. Las calabazas acolcharán el suelo.
Si es que no hay nada como trabajar en equipo…
Flores en el huerto
Preciosa flor de calabacín, con hormiguitas ejerciendo de polinizadoras. La polinización de los calabacines es fundamental para obtener buenos frutos. Muchas hortelanas polinizan con un bastoncillo de los oídos las flores hembra y macho. Si tenemos plantadas flores todo el año para atraer insectos, esa labor nos la ahorramos. Como seguramente tengamos calabacines para dar y tomar, las flores (también las de calabaza) están riquísimas (en tempura umm)
Esta es una flor de berenjena (Solanum melongena) La mayor parte de las variedades florecen en ramilletes de tres a cinco flores, una de las cuales es hermafrodita y da lugar al mejor fruto, mientras que el resto de las flores abortan o dan lugar a un fruto pequeño y de peor calidad. A la izquierda de la flor desarrollada podemos ver ese ramillete de tres flores pequeñas
Lo primero que hicimos en el huerto es plantar flores y plantas preventivas. La caléndula además de sus múltiples aplicaciones, dado que florece todo el año, nos ayuda a atraer insectos polinizadores.
Tutorando tomates y pepinos
Los tomates en el primer bancal empezamos a tutorarlos a primeros de julio con varillas hierro
Con la ayuda de Vicent y Amaya, mejoramos el sistema con unos tutores de ramas y junquillos unidos con bridas. Comimos tomates a tutti. También turtoramos los pepinos del segundo bancal
Junio de 2010
Estos fueron los primeros tomates. «Gigante del Cerrato» procedentes de Venta de Baños (22), «Tres Cantos» procedentes de INEA (33) y procedenes de Escanda «Negro», «Morao» «Corazón de buey» y «camocha» (15 en total). El acolchado era todavía cañizo
Probablemente el año que más acelgas sembramos. Al final del bancal uno ese año, duraron también en 2011
En junio recibimos paja de Valdes y acolchamos todo muy bien. Aquí se ven tomates y lechugas. En el bancal dos pepinos con su estructura
Berenjenas a los lados, y en el centro judía. Las berenjenas siempre nos han salido un poco pequeñas y las judías en general tuvieron siempre problemas de oidio.
Lechuga maravilla, ese año comimos unas cuantas
Judías de mata baja saliendo
Los pimientos, que de momento no hemos aunque ricos han sido pequeños siempre
Las primeras primeras caléndulas resisten todavía tres años despues. Estas viniero de «La Castañal» (Asturias)
Las coles de Bruselas las plantamos solo ese año, pero no dieron mala cosecha
Flores de pepino con una mariquita protectora. Ese año estuvieron bien, pero en 2012 hemos tenido problemas porque amargaban. La mayoría se los comió Alegría.
Guindillas, que como siempre dan una buena cosecha. Embotamos
Los pepinillos ya crecidos